(...) En su recorrido por la tierra Yasí, la diosa luna, y Araí, la diosa nube, estaban tan maravilladas, que tampoco se dieron cuenta que un anciano, las estaba observando cauteloso detrás de la maleza.
El anciano salvó a las jóvenes de las garras del yaguareté, pero con esto también había salvado al mundo de vivir de noche, sin luna. Luego el anciano buscó a las jóvenes pero ellas se habían marchado. Yasí y Araí se asustaron y volvieron al cielo. Yasí decidió darle las gracias esa noche al anciano.
Yasí le habló al anciano desde el cielo, pero claro él no entendía, Yasí le recordó la aventura del día y le agradeció de salvarlas con un regalo muy especial.
-Es una bebida que se hace con una planta - dijo al anciano, -que encontrarás cerca de tu casa ... Y susurrando le contó al oído como preparar la bebida...comenzando por seleccionar cuidadosamente las hojas de la planta...
Así fue como nació el mate, nuestro mate, un regalo que le hizo la luna al anciano guaraní por haberla salvado.